Prípad mrtvého muze (1975)

Corre el año 1955. Un agente en un globo traspasa la frontera Oeste, inmediatamente después mata a tiros al conductor de un camión que lo esperaba en el bosque y emprende la huida. Pronto se encuentra el cuerpo enterrado bajo las piedras y los globos de la góndola. Las huellas dactilares en la botella pertenecen al camarero Vorác que huyó el año pasado a Austria. Los investigadores, el mayor Sojka y el capitán Erba, están informando sobre las personas, detenidas la última vez en la frontera, un hombre sordo y mudo. El hombre escribe en la hoja de papel su nombre Karel Neumann y también la declaración de que sufre pérdida de memoria. Los médicos después de un examen completo no eliminan la sordera y la amnesia.