Pantalaskas (1960)

Ambientada en París y que se desarrolla durante toda una noche, la historia tiene una complicación: el trío que quiere evitar el suicidio no habla el idioma del hombre: es lituano y no habla francés. Así que los protagonistas peinan los puntos más vulnerables de un París nocturno, mirando hacia arriba y hacia abajo, pero sobre todo bajo para cualquiera que hable lituano.