No contéis con los dedos (1967)

La película se basa en las sugerencias que puede causar al espectador la relación de imágenes y cosas que aparentemente están aisladas, que no tienen nada en común y que emulan las convenciones de la publicidad en cine y televisión. El poeta Joan Brossa trabajó en este guión y también pone algo de malicia en el ambiente gris y opresivo de la España de Franco, que presagia el tema más explícitamente en 'Nocturno 29' de Portabella.