Una pistola para cien cruces (1971)

Un irlandés es asesinado en el salvaje oeste. Su hijo Jimmy sale en busca de los asesinos de su padre, pero pronto es emboscado por dos salteadores de caminos y también asesinado. Django (o Sartana, según la versión de la película) lo encuentra y lee la carta que Jimmy había recibido de su hermana Jessica Dublin contándole sobre el asesinato de su padre. El pistolero lleva el cuerpo al pueblo, se encuentra con la bella pelirroja y su fiel sirviente negro (experto veterinario y lanzador de cuchillos, como luego demostrará), y emprende la búsqueda de venganza contra los asesinos. Esa no será una tarea fácil, y se debe soportar mucho sudor y dolor, es decir, Jessica, secuestrada, torturada y azotada por la misma mujer que comenzó todo. Al final de la saga, Django habrá justificado tener cien cruces en la empuñadura de su arma.