Tar-San (1999)

Tomando su caída del cielo como presagio de los dioses, los bebés bautizados como Tar (Redford White) y San (Carding Castro) son declarados herederos de la jefatura de la tribu Agatao. La tribu espera con ansias la sucesión de Tar y San, ya que ambos son amables y magnánimos con ellos; pero dado que el malvado sobrino del cacique, Sabukot (Sammy Lagmay) también reclama su derecho al trono, la jefatura de Agatao se convierte en un premio que los pretendientes deben ganar. La aventurera Jessie (Bernadette Allyson) y su equipo entran en escena y declaran que Tar y San son los nietos del rico filántropo Gerardo Elizondo (Jaime Fábregas). Tar y San son llevados a la ciudad para aprender las costumbres del lugar al que deben pertenecer, pero no importa cuánto intenten adaptarse, los dos no pueden resistir la llamada de la naturaleza. Sin embargo, resulta que los Agatao en realidad los están llamando, ya que una desgracia imprevista amenaza con acabar con toda la tribu.