Mazhe bez rabota (1973)

Este es uno de los mejores ejemplos de la estética del drama de la vida real en los largometrajes búlgaros. Un equipo de construcción de carreteras se ve obligado a permanecer inactivo un par de días porque no se ha entregado el asfalto. Siempre que estén dispuestos, los miembros del equipo pueden ayudar a limpiar la plaza polvorienta en un pueblo cercano, pero los chicos son abiertamente hostiles a la idea del líder de su equipo. El anciano, apodado El Americano, la mejor persona del grupo, decide hacer el trabajo él mismo. Poco a poco, todos los demás, por diversas razones personales, se unen al trabajo. A través de una secuencia de pequeños acontecimientos cotidianos revelados con un fino sentido del fluir de la vida, los personajes individuales llegan a la idea de que las cualidades personales de uno solo existen a los ojos de los demás, y que los valores genuinos de uno se muestran en el trabajo colectivo.