Dark remains: el pánico nunca muere (2005)

Cuando la hija Emma del escritor técnico Allen Pyke y la fotógrafa Julie es encontrada cortada en la garganta y las muñecas en su apartamento cerrado, la pareja decide mudarse a una cabaña aislada en las montañas de Kingspike. Julie está muy deprimida y culpa a Allen por la muerte de Emma. Una vez en el nuevo hogar, Julie ve el espíritu de Emma en una foto que tomó en una prisión abandonada cercana y se obsesiona con fotografiar poltergeists. El local Jim Payne le aconseja a Allen que se mude del lugar, y el 21 de mayo, Allen descubre que los antiguos habitantes de la cabaña se han suicidado, e investiga la muerte en el lugar y descubre que muchas personas murieron alrededor del 22 de mayo. Decide mudarse con Julie a un hotel, pero ella no quiere renunciar a Emma.