Sugarhouse (2007)

Tom, un empleado de clase media alta, se aventura en un edificio de ocupantes ilegales abandonado para comprarle un arma a D, un adicto al crack engreído pero estúpido, sin hogar, que trata de extorsionar por encima del precio acordado. Mientras D le robó el arma a su traficante de machos, Hoodwink, el matón está en pie de guerra para recuperarla golpeando a todos sus traficantes y ordenándoles que la consigan, de todos modos. Los intentos de Tom de razonar con Hoodwink o comprar su ira solo hacen que lo maltraten seriamente. Él y D gradualmente van conociendo qué es lo que hace que el otro se mueva y divague hacia una vida razonable.