Bialy slad (1932)

Un día, Hanka y Andrzej van a dar un paseo por las montañas, pero una avalancha interfiere con su idilio; Jasiek intentará rescatar a la desafortunada pareja, pero solo encontrará a Andrzej pero ningún rastro de Hanka. Cuando Andrzej se da cuenta de que Hanka no ha sido encontrada, intentará encontrarla solo pero sin éxito; Al día siguiente, Zoska lo rescatará en un estado inconsciente y lo llevará a su casa, donde encontrará que Hanka está a salvo y esperándolo. Jasiek ve esta feliz escena de amor polaco y se da cuenta de que nunca conseguirá el amor de Hanka por lo que va por un camino blanco en busca de paz y tranquilidad en las montañas polacas.