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Durante un tiempo llamamos a esta película "Ser hijo de nadie más", en referencia a una anotación que hizo el poeta alemán Rilke al margen de uno de sus manuscritos: "Ser hijo de nadie más. Esto, después de todo, es el fuerza de todos los jóvenes que han dejado su hogar". El lunes de Pascua de 1979, Ingrid, de 16 años, desapareció de un pequeño pueblo de la Alta Suabia llamado Saulgau. Seis años después, su esqueleto fue encontrado en un ático en el distrito berlinés de Kreuzberg. Una variedad de diferentes materiales y objetos tanto de la gran ciudad como de la pequeña ciudad -incluidas las brujas del Martes de Carnaval de los años treinta, el "Be-Rheinigung" del artista Josef Beuys, así como el vestuario de la Love Parade de Berlín- obligan al cineasta, que también creció en Saulgau, para investigar sus propios enigmas. Los engañosos recuerdos se transforman en escenas documentales que juegan con tus propias expectativas. "Y piensas, lo que tengo ahí abajo, las flores lo tienen encima...".