Ruas da Amargura (2009)

Los caminos del dolor están poblados por hombres y mujeres de todas las edades, que sufren de falta de afecto, falta de dinero, problemas mentales, alcoholismo y drogadicción, o simplemente son personas que han venido a Portugal en busca de una vida que sea un poco mejor. Al otro lado de este camino hay un verdadero hormiguero de voluntarios, trabajadores sociales y diferentes asistentes técnicos que construyen y mantienen estructuras de apoyo, algunos pensando en días mejores, y otros institucionalizando esta ayuda sin creer que el fenómeno pueda curarse. .