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Hace mucho tiempo, vivía un hombre cuyo nombre era Gustaf Mannerheim, más conocido como el Mariscal de Finlandia. Se le otorgó este título debido a su coraje como militar; luchó por la libertad de su pequeño país, luchando por mantener su independencia. Como siempre hacen las naciones pequeñas, esta nación necesitaba un verdadero héroe, y Gustaf era el verdadero héroe de ellos: valiente, ambicioso, exitoso. Pero, ¿cuáles son las cosas que un héroe siempre debe sacrificar? ¿Cómo puedes vivir una vida normal si crees que tu país te necesita más que tu familia? Gustaf se convirtió en la persona más querida de su país y la nación lo amaba, había logrado convertirse en el mejor soldado que jamás haya existido, pero aún así había perdido lo más importante en su vida: el amor. Esta es la historia de un hombre extraordinario capturado dentro de la gran leyenda, que añoraba la vida ordinaria, el amor y la paz. Pero tal como la conocemos, la vida es como una montaña: hay altibajos.