Estrada (2010)

El aumento del tráfico de armas, el lucro del narcotráfico, la corrupción, la violencia policial, la indiferencia del Estado y la inaccesibilidad de los bienes de consumo, explican por qué los jóvenes que viven en las favelas o suburbios de las grandes ciudades brasileñas tienen mayor riesgo que otros de recibir un disparo. Más de la mitad de la población carioca aprueba la intervención de la policía armada para combatir el narcotráfico y piensa que los bandidos deben morir e ignora el promedio de 20 muertos por bala al día en Río de Janeiro. La película ESTRADA da un nombre y una historia a estas muertes anónimas y les rinde homenaje y respeto. Víctimas, héroes caídos o mártires de la misma ciudad, no dejan de ser los hijos, los hermanos, las hermanas, los amigos, los esposos o las esposas tan terrible e injustamente ausentes. Con esta trágica realidad ¿cómo negar que el dolor no es también el nuestro?