Screwball (2018)

Al contar el escándalo de dopaje de alto perfil que sacudió a la Major League Baseball, el director Billy Corben (Cocaine Cowboys) nos lleva al surrealista surrealista de Miami que proporcionó drogas para mejorar el rendimiento a Alex Rodríguez, Manny Ramírez y otros jugadores estrella. Dicen que el sur de la Florida es un lugar soleado para la gente con sombra y esto es ciertamente cierto en el caso del vendedor ambulante de esteroides Anthony Bosch y su cliente más famoso, Alex Rodríguez, de los Yankees de Nueva York. Si bien las credenciales médicas de Bosch pueden faltar, sus habilidades narrativas son de primera clase, ya que detalla de manera hilarante el ascenso y la caída de su "clínica de salud", incluidas las conexiones de la mafia, la política financiera, su hábito de consumir cocaína y el comportamiento excéntrico de Rodríguez. El documental se presenta como una loca comedia delictiva floridiana en la línea de Elmore Leonard o los hermanos Coen, mientras que plantea serios interrogantes sobre la ética del deporte profesional. Los poderosos intereses estarían felices de dejar que esta historia se escape de la memoria, pero Screwball la hace inolvidable.