Behind Closed Doors (2018)

DI Lindley y PC Burton asisten a la llamada, ya marcada como situación sospechosa de abuso doméstico. Gary Reid abre la puerta y las sospechas se refuerzan de inmediato por su apariencia física brutal y la forma nerviosa/culpable en que se comporta. Una vez en la casa, la policía sospecha más cuando les presentan a Janey Reid, quien no hace contacto visual con ninguno de los dos. La razón pronto se hace evidente cuando finalmente se vuelve para revelar un nuevo ojo morado escondido debajo de una gruesa capa de maquillaje. Gary y Janey son tímidos en sus interacciones con Lindley y Burton, definitivamente hay algo mal en esta casa, pero Lindely siente que hay algo más aquí, y la aparición de Ben, su hijo adolescente, confirma esas sospechas. Nada es lo que parece en la casa, nadie es lo que parece y el desenlace ve el giro más grande de todos que deja a Lindley y Burton conmocionados y sin saber qué hacer para mejorar.