Sieda (2019)

Sieda, una viuda de setenta y tantos años de ascendencia bielorrusa, es diagnosticada con una enfermedad cardíaca y obligada a mudarse con su hija Hannah y su nieto Benjamin. Sieda, que está orgullosa de su mente aguda y su perverso sentido del humor, se cree perfectamente capaz de manejar sus propios asuntos y obstinadamente rechaza toda ayuda. En cualquier ocasión, se escapa de su nuevo hogar y se refugia en el cementerio del pueblo donde está enterrado su difunto esposo. Allí, disfruta de su libertad recién descubierta, haciendo lo que le gusta, como beber vodka, reorganizar las tumbas de otras personas, pelearse con el cuidador y darles su medicación a las palomas. Un día conoce a Patrick, un viudo encantador y travieso, cuya esposa está enterrada en el mismo cementerio. Después de resistirse inicialmente a sus intentos de acercarse, se enamoran y comienzan a disfrutar cada día como si fuera el último.