Entre finales de los 60s y principios de los 70s los movimientos ambientalistas comenzaron a hacer sentir su voz, y pronto sus advertencias apocalípticas empezaron a hacerse eco en la tapa de los diarios de todo el mundo. Que estábamos envenenando la Tierra. Que estábamos exterminando especies irremplazables debido a la deforestación y la polución. Que los recursos naturales no son infinitos. Que el equilibrio ecológico se estaba alterando seriamente, al punto de que en algún momento la misma existencia del hombre estaría en peligro. Hollywood no tardó en tomar nota de ello - siempre es buen negocio hacer películas que traten temas de moda - y comenzó a rodar películas de ciencia ficción que planteaban escenarios de sobrepoblación, control de natalidad y escasez de recursos, como es el caso de Cuando el Destino nos Alcance (Soylent Green) (1973), Edicto Siglo XXI: Prohibido Tener Hijos (1972), o Fuga en el Siglo XXIII (1976).
Como derivado de esto, apareció un subgénero conocido como Venganza de la Naturaleza. Como la humanidad es el Cáncer que mata el planeta, la Naturaleza forma anticuerpos para combatirnos e incluso exterminarnos, restableciendo el equilibrio ecológico del planeta. En algunos casos la fauna / flora directamente nos atacaba - como el caso de Long Weekend (Largo Fin de Semana) (1978), Day of the Animals (1977) o esa entrada tardía y desastrosa al género que es The Happening (2008) de M. Night Shyamalan - y, en otros casos, comenzaban a aparecer especies mutantes que desafiaban nuestro dominio sobre el mundo. Es el caso de la formidable Sucesos en la IV Fase (1974), el excelente documental La Crónica Hellstrom (1971) - con toques apocalípticos, aunque no sea una obra de ficción -, o esa aberración que es Prophecy (1979), un bochorno para la carrera ilustre de un artesano tan talentoso como John Frankenheimer. Hormigas inteligentes, osos mutantes, insectos que heredarán la Tierra y un largo etcétera.
Curiosamente el gran antecedente del subgénero Venganza de la Naturaleza es Los Pájaros (1963), una de las tantas obras maestras que Alfred Hitchcock nos regaló durante su larga y fructífera carrera. El detalle más curioso es que Los Pájaros data de 1963, un año en el cual el Ambientalismo no había cobrado fuerza como movimiento ni sus temas estaban flotando en el ambiente. Entonces la pregunta de fondo es: si esto no tiene que ver con el desequilibrio ecológico, entonces ¿por qué los pájaros atacan a la gente?.
Uno puede obtener pistas al leer el cuento original de Daphne Du Maurier, el cual es aún más viejo y data de 1952. En el cuento - ambientado en la Inglaterra de la postguerra - un veterano de la Segunda Guerra Mundial comienza a notar cambios en el entorno que lo rodea. El clima se ha vuelto mucho más frío. En la zona de la campiña inglesa en donde vive aparecen una gran cantidad de bandadas de pájaros, y cada vez son más numerosas. Las aves comienzan a atacar a su familia y por la radio llegan noticias de que el mismo fenómeno está pasando en todo el país. Mientras que al principio los pájaros atacan a las personas que se encuentran al aire libre, con el paso del tiempo comienzan a irrumpir a la fuerza en casas y edificios, destrozando ventanas o demoliendo techos y puertas con sus picos. Al final las comunicaciones se interrumpen, el protagonista se refugia en su casa y, ante lo inevitable, decide esperar la muerte mientras fuma un cigarrillo.
Como se puede ver, la historia no tiene nada que ver con el guión que Evan Hunter le preparó a Hitchcock: el único detalle en común es que los pájaros atacan a la gente. Sin embargo el relato de Daphne Du Maurier puede leerse en términos simbólicos: si las aves son una fuerza imparable e invasora frente al cual el pueblo inglés no tiene manera de defenderse… ¿no suena parecido a miles de bombas voladoras V-1 y V-2 cayendo de manera imparable sobre cientos de ciudades inglesas?. ¿O alguien soñando un escenario de pesadilla en donde la Alemania Nazi logró invadir con éxito Gran Bretaña y ahora está exterminando a la población local?.
Entonces los pájaros tienen un significado alegórico, y ése es el concepto que Evan Hunter traslada a su versión de la historia, sólo que ahora el significado es distinto. Basta con ver cómo es que las aves comienzan a tomar protagonismo en el filme de Hitchcock. Al principio aparecen merodeando en una plaza en San Francisco mientras Rod Taylor y Tippi Hedren se conocen - ¡justo en una tienda de mascotas! -. Luego la Hedren decide gastarle una broma - le compra una pareja de Tortolitos, sobre los cuales Taylor estaba interesado - y decide viajar hasta el mismo pueblo de Bodega Bay donde vive Taylor. No es un viaje pequeño - son más de 100 kilómetros de distancia -, con lo cual es evidente que el interés es otro. El abogado es atractivo pero tiene un humor ácido, y como no se amilana frente a la presencia de la Hedren - mujer de la alta sociedad, rica, caprichosa y amiga de poderosos -, la química de los opuestos funciona.
El tema es que, al llegar, descubre que el mundo social de Taylor está restringido a un puñado de mujeres: su madre dominante (Jessica Tandy); su inquieta sobrina (Veronica Cartwright); incluso su ex novia, la maestra de la escuela local (Suzanne Pleshette) que mantiene una relación de amiga de la familia. La Hedren es una forastera con costumbres de ciudad y una actitud arrogante, y su presencia en Bodega Bay es resistida por las mujeres que forman el entorno de Taylor.
Y es ahí cuando los pájaros pasan de observar… a atacar.
Por supuesto las escenas están filmadas como los dioses. Con los efectos especiales limitados de la época, Hitchcock hace maravillas. Los ataques son shockeantes y, en algunos casos, sangrientos - aunque lo más explícito sea mostrado de manera fugaz, debido a la rigidez de los códigos morales que dominaban la industria cinematográfica de la época (aunque ya Hitchcock los había burlado en Psicosis tres años antes) -. Pero el dato que nos importa es el por qué. Y qué significado tiene el final abierto del filme.
Tanto en Planeta Prohibido (1956) como en The Haunting (1963) los protagonistas provocan fenómenos - el monstruo del Id, los fantasmas - que pueden interpretarse como manifestaciones de su subconsciente respecto a una experiencia traumática o a un deseo de combatir a la realidad. El mundo de Rod Taylor está plagado de presencias femeninas que se recelan por la posesión / acercamiento al protagonista. Uno incluso podría llegar a definir al personaje de Jessica Tandy en términos de fantasía - es la reina malvada que ha lanzado un hechizo sobre su hijo para espantar a todas las pretendientes que intentan alejarla de su lado -. O la interpretación fantástica de que los pájaros son la manifestación subconsciente de los celos enfermizos que le tiene a la Hedren. Después de todo Hedren y Pleshette son los principales objetivos de los pájaros - al menos desde nuestro punto de vista, ya que atacan a otros habitantes de la zona -.
Con lo cual llegamos al final abierto. Tras una noche de pesadilla, los pájaros se han calmado. Da la impresión que ahora el mundo es de ellos. Contemplan indiferentes como Taylor saca en silencio el auto de la cochera para intentar huir a una zona más protegida y segura. La Hedren está catatónica - durante la noche ha quedado encerrada por accidente en el ático, y los pájaros la han atacado con todo… y hubiera muerto si no fuera que el personaje de Taylor la rescata a último momento -. Y los únicos que nunca se portaron agresivos fueron la pareja de Tortolitos… el motivo principal por el cual Hedren llegó a la casa de Taylor.
Si ésto se trata del subconsciente de la Tandy, entonces ha llegado a un estado de paz y aceptación. Al arriesgar su vida para salvarla, el interés amoroso de Taylor por Hedren es real… y quizás ahora la madre esté dispuesta a aceptarlo. O quizás ha logrado que la Hedren quede fuera de combate, con lo cual ya no representa una amenaza a la relación con su hijo. O quizás no se trata de nada de esto, y se trata simplemente de que la naturaleza ha enloquecido y ha comenzado a atacar a los humanos. Pero ésa sería una explicación muy simple, ¿no?.
OTROS ARTICULOS PUBLICADOS ESTE MES:
- Los Pajaros (1963): una historia de tensiones sexuales y celos enfermizos
- La Sustancia (2024), o cuando el culto a la belleza se vuelve toxico
- Amelia (Trilogy of Terror, 1975): 20 minutes to traumatize an entire generation (Amelia, Trilogy of Terror, 1975): 20 minutos para traumatizar una generación entera (en inglés)
¡Comparte lo que piensas!
Sé la primera persona en comenzar una conversación.