Lovely, Dark and Deep (2024)

La ópera prima de Teresa Sutherland recupera el imaginario del bosque como espacio de conexión con lo inexplicable

En el inframundo del cine que no llega a salas circulan películas de todo tipo. Malas, buenas o excelentes aguardan en los rincones que demos click en el botón reproducir. Muchas de ellas pasan desapercibidas si limitamos nuestros consumos a lo que las salas o las plataformas de streaming nos ofrecen. En ese universo paralelo donde el cine vive, cruza fronteras y se democratiza, aparecen películas como Lovely, Dark and Deep de Teresa Sutherland que no provienen de grandes productoras o tienen una distribución limitada a las fronteras que las vieron nacer.

La ópera prima de Sutherland tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Género Fantasia a mediados de 2023 y un lanzamiento en cines a principios de 2024 a cargo de XYZ Films, la misma distribuidora de películas como Huesera (2022) de Michelle Garza o Mandy (2018) de Panos Cosmatos. Si bien este es el debut directorial de Sutherland, su trayectoria en el cine asociada al guión incluye proyectos como The Wind (2018) dirigida por Emma Tammi o la serie de Netflix Midnight Mass (2021) de Mike Flanagan.

Lovely, Dark and Deep es una película que podría definirse como íntima. Por el modo en que nos obliga a convivir constantemente con su protagonista, acompañándola en el viaje literal y cósmico que está a punto de encarar. La idea de viaje será central en el film, en su sentido concreto y en las múltiples facetas metafóricas que adquiere. El título remite directamente al carácter ambiguo del bosque como protagonista omnipresente. Es encantador, por momentos demasiado oscuro y tan profundo como el inconsciente.

Lennon (Georgina Campbell) es una joven guardabosques que comienza un trabajo nuevo en el Parque Nacional Arvores. Su llegada no sólo representa para ella el inicio de una carrera laboral sino también el encuentro directo con su pasado. De niña, su hermana Jenny desapareció sin dejar rastro en el mismo bosque donde trabajará. El sentimiento de culpa y la necesidad de comprender qué ocurrió serán el motor de su estadía. Este no será el único misterio presente en el film. En la primera secuencia descubrimos que el antiguo guardabosques, al que Lennon reemplaza, desaparece dejando una extraña nota “Le debo un cuerpo a esta tierra”.

Con su área de trabajo designada, y el armado de su casilla en el medio de la nada realizado, Lennon se dedica a recorrer el bosque rastreando prolijamente el área con el objetivo de obtener pistas de la desaparición de su hermana. En este deambular, en su conexión con la naturaleza, comenzarán a ocurrir una serie de eventos extraños e inexplicables que pondrán en evidencia la simbología oscura del bosque. Sonidos misteriosos que provienen de su radio sin baterías, encuentros azarosos o animales que aparecen y desaparecen sin explicación. Sutherland nos prepara desde el inicio del film con la introducción de una cita del naturalista John Muir “And into the forest i go, to lose my mind and find my soul” (Y al bosque voy, para perder la cabeza y encontrar mi alma). Lennon se perderá para encontrarse.

Las caminatas que realiza estarán marcadas por diferentes fenómenos que la alertarán respecto a la naturaleza del espacio que habita. Rápidamente, el bosque se convierte en un espacio unido a lo inexplicable. A la desaparición de su hermana, se sumarán varias. En medio de la noche, un hombre lastimado llega a su cabaña pidiendo ayuda de manera desesperada. Está buscando a su mujer, Sara. “Ella estaba ahí y después no estaba”. La búsqueda de Sara será vivida por ella de la misma forma que la de Jenny, pero esta vez el resultado será diferente. Lennon la encuentra con su entrepierna ensangrentada y asustada. Le pregunta “¿Sos real?”. No será la única vez que se encuentre ante este interrogante.

Desatender las exigencias de sus superiores, que no confían plenamente en su salud mental, la llevará a la suspensión de su trabajo. Sin embargo, Lennon desoye las órdenes y continúa en el bosque sin autorización intentando encontrar las respuestas que tanto ansía obtener. Esta transgresión será el inicio de su verdadero viaje, aquel que la introduce en las capas más profundas de lo salvaje, donde se revelarán a modo de pesadilla muchos de sus secretos e inquietudes.

El bosque apacible y acogedor de día, pero oscuro y atemorizante por las noches, se representa visualmente mediante el uso recurrente de planos generales y panorámicas que refuerzan lo inconmensurable. En este espacio y en estas condiciones, la búsqueda de Lennon, ínfima ante la inmensidad de la naturaleza, se presenta imposible. Cuando la realidad se torna compleja y lo que Lennon vivencia se convierte en pesadilla, Sutherland opta por romper con lo esperado ubicando la mayoría de las escenas alucinatorias en espacios abiertos y a la luz del día. Creer que el mal emerge únicamente por las noches es, en este film, un error.

Sutherland utiliza recurrentemente los flashbacks que no sólo le mostrarán al espectador diferentes aspectos de su infancia sino que funcionarán a modo de comparación con lo que ocurre en el presente. Si bien es un recurso necesario e interesante, teniendo en cuenta el carácter introspectivo del personaje y el poco contacto que establece con otros personajes, termina volviéndose redundante en los usos y momentos en los que aparece. La voz de su hermana, el llamado de sus padres, el plano subjetivo hacia el cielo que remite a su distracción en el cuidado de Jenny, se presentan en múltiples ocasiones de manera injustificada. El exceso de información contrasta con lo inexplicable de su experiencia paranormal.

Cuando Lennon descubre que está perdida por haber llegado de manera inmediata al otro lado del bosque, a kilómetros de distancia de donde se encontraba, es cuando las capas de oscuridad comienzan a desplegarse. Si bien todo lo que se le presenta en su búsqueda es exactamente igual a la realidad, ésta se torna siniestra al presentar alucinaciones de las cuales no puede escapar. Estas pesadillas que se construyen como la visión de lo que podría ocurrir del otro lado del espejo, visibilizan una psiquis marcada por el trauma. Los recuerdos de su infancia se complejizan y sus experiencias presentes se vuelven irreales, profundizando en Lennon la sensación de estar perdida. Sombras, personas que trepan árboles, hombres que gatean a su alrededor y voces intimidantes que salen de su radio advirtiendo “replace what you took or they will keep you” (reemplaza lo que tomaste o ellos se quedarán contigo) serán algunas de las experiencias que deberá atravesar en su intento por regresar. Ese bosque, espacio de relax y contemplación, se volvió lentamente un laberinto del que no puede salir.

El trabajo de Georgina Campbell interpretando a Lennon es de los puntos más altos de Lovely, Dark and Deep. La búsqueda de intimidad y de empatía propuesta por Sutherland se encarna en el rostro de Lennon, reflejo del miedo y la extrañeza ante lo que la rodea, de manera sútil, incrementándose conforme la realidad se torna cada vez más siniestra. Después de su participación en Black Mirror (2017), Campbell incursionó en otras películas de terror como Barbarian (2022) de Zach Cregger, Bird Box Barcelona (2023) de Álex y David Pastor y la recientemente estrenada The Watchers (2024) de Ishana Shyamalan. Estamos a nada de comenzar a llamarla Scream Queen.

Por otro lado, Sutherland recupera un tropo recurrente del cine en su representación del bosque como espacio ambiguo y misterioso, atravesado por lo indecible. Este planteo está asociado al subgénero del horror cósmico, de clara herencia lovecraftiana, donde se enfatiza el horror a lo desconocido e incomprensible frente otros elementos propios de la mayoría de los subgéneros del horror como el susto impredecible, la sangre o la violencia explícita del crimen. Sin embargo, en esta búsqueda por representar ese otro lado, Sutherland se queda a medio camino. Frecuentemente el misterio se sobre explica y lo que debería develarse se presenta sin ningún tipo explicación. Se siembran nuevos y falsos interrogantes que en ocasiones aparecen únicamente para vehiculizar la aparición del miedo en el espectador. Frente al misterio, es mejor decir poco que mucho sin justificación

El viaje emprendido por Lennon, así como la película Lovely, Dark and Deep en su totalidad, pueden ser resumidos en otra cita de John Muir: "En cada paseo con la naturaleza, uno recibe mucho más de lo que busca". El primer largometraje de Sutherland es una experiencia placentera, comparable a una tranquila caminata por el bosque. Sin embargo, no logra completamente su objetivo de ofrecer un viaje introspectivo y alucinatorio que capture las fuerzas desconocidas e indescriptibles que habitan en lo profundo de la naturaleza.