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Todo sobre Almodóvar

Todo Sobre mi Madre y La Mala Educación, dos películas de Pedro Almodóvar, contadas a través de los ojos de mujeres y hombres respectivamente

Dos películas extraordinarias donde la visión femenina de los personajes nos atrapa y nos hace entrar en contacto con sentimientos propios y escondidos. Talento que poco directores son capaces de presumir.

En ambas nos presenta a los personajes tal y como son, con todas sus capas, con sus ángeles y sus demonios, llevando al espectador a conocerlos como si estuviésemos ahí con ellos. Puedo pasar horas tratando de decidir cuál es el mejor personaje, y es que todos tienen su momento, su importancia y su encanto.

En La Mala Educación podría elegir a Juan, sobre quién cae el hilo de la trama, pero bien podría ser el simpático y parlanchín Paquito, es un goce ver cada una de sus escenas.

En Todo sobre mi madre podría ser cualquiera de esas mujeres que el Director hace coincidir, de manera tan natural que resulta extraordinaria. Manuela tan ella, tan entera, y tan desgarrada; Huma tan elegante como imponente; Nina, frágil y salvaje; Agrado, espectacularmente agradable y Rosa, tan cálida e inocente . Si la perfección pudiera pesarse, este elenco, ensamblado y articulado magistralmente por el Sr. Almodóvar sería de alto tonelaje.

Ambas historias son fascinantes, son trama sobre trama y el espectador no pierde el interés, porque cada minuto se añade algo que enriquece la historia, algo que no cualquiera puede lograr a la perfección, además, cada minuto pasa algo que cambia el posible desenlace y siempre cabe la pregunta, ¿y ahora qué sigue?

Almodovar tiene esa capacidad para llevar, magistralmente, las historias del principio hasta el final mientras va agregando detalles o situaciones que complican a los protagonistas y asombran al espectador.

Todo sobre mi madre me hizo llorar y me hizo enojar pero me hizo reír y me dio esperanza. Es una oda al amor materno mientras nos muestra los lazos fraternos tan fuertes que pueden llegar a formar las mujeres cuando se desprenden de sus máscaras y desnudan sus sentimientos

La Mala Educación me hizo pensar en esa vergonzosa realidad que se vive en los colegios u otros lugares de devoción y enseñanza, donde lejos de cuidar y desarrollar el potencial de los niños, los someten y sobajan, los pervierten y lastiman esas pequeñas almas. La Mala Educación me hizo sentir cada miligramo de esa angustia y dolor que cargan los personajes, todos perdidos desesperadamente en su propio valle de lágrimas, único y personal.

Mención aparte merece la canción Tajabone del cantante Senegalés Ismael Lõ. Aparece en un segmento de Todo Sobre Mi Madre, cuando la protagonista regresa a Barcelona y aunque solo vemos imágenes nocturnas de la capital catalana, esa canción te hace sentir algo, abajo del corazón y arriba del estómago. Algo como nostalgia, tristeza y a la vez pasión y expectativa, y es que ahí apenas empieza toda esa tremenda historia.

Gracias Almodóvar por hacerme sentir a través de tus personajes por dejarme hurgar en sus secretos, en sus ocurrencias y sus pasiones, en sus historias y sus conclusiones.

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