Qué cosa los ships. Qué temática con la que pierdo la cordura y me considero la autoridad absoluta. Y es que, ¿cómo no voy a ser así si desde que tengo uso de razón estoy enamorada del amor gracias a la ficción?
Cuando todavía no conocía el amor en la vida real, todo lo que tenía era lo que veía en la pantalla. La historia de amor entre Harry y Sally, Nueva York como personaje secundario y miles de confesiones llenas de esperanza y valentía. A través del cine y las series, empecé a conocer este sentimiento tan parecido a la magia y no hubo vuelta atrás.
En medio de esa idealización encontré mi tipo de parejas favoritas, aquellas cuyo amor era tan grande que el mundo no podía soportarlo. Esas que sabían que se iban a chocar desde el primer momento y aún así tomaron carrera. Las maravillosas tragedias que quedarán en un eterno "qué hubiese sido", porque, como dijo mi poeta favorita alguna vez, “sabes que los grandes amores ya se terminaron”.
He aquí las parejas de series que, en mi no tan humilde opinión, tendrían que haber terminado juntas:
BARNEY Y ROBIN (How I Met Your Mother)
No voy a transformar esta nota en una queja sobre el final de How I Met Your Mother, porque no creo que la mejor sitcom de la historia deba ser condenada por su paupérrimo final. Aun así, tengo que hablar de la pareja que se desarrolló desde el día uno con miradas cómplices y risas que sin darse cuenta estaban enamorándose la una de la otra. Desde el lugar más sincero y real, Barney (Neil Patrick Harris) y Robin (Cobie Smulders) se complementaron con gustos en común y una admiración profunda por la luz y oscuridad del otro.
Desde el capítulo 14 de la primera temporada, donde Robin decide ser la bro de Barney por una noche, vemos cómo estos dos personajes no solo comparten una inmensidad de gustos sino que también cuentan con una química destinada a desarrollarse durante 9 temporadas. Con un miedo enorme al compromiso de ambos lados y unas miradas que son incapaces de mentir, Barney y Robin lograron ser una de las parejas más queribles de la historia de la televisión.
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Su final es absolutamente absurdo teniendo en cuenta el desarrollo de la pareja durante toda la serie. La novena y última temporada está no solo dedicada a su boda, sino también a que Ted (Josh Radnor) finalmente deje ir a Robin. Todo estaba construido a la perfección para que estos dos personajes tuvieran una vida legendaria y fabulosa. ¿En qué planeta Barney Stinson no aguanta una vida de viajes y aventuras con Robin Scherbatsky? Por suerte, los que conocemos la verdad sabemos que la serie termina con la voz en off de Ted diciendo:
“Aquí está el secreto, niños: ninguno de nosotros puede prometer ser perfecto. Al final, todo lo que podemos hacer es prometer amarnos con todo lo que tenemos. Porque el amor es lo mejor que hacemos. Y en esa hermosa tarde de primavera, eso es exactamente lo que Barney y Robin se prometieron el uno al otro. Y fue legendario.”
KLAUS Y CAROLINE (The Vampire Diaries/The Originals)
Aquí entramos en territorio extremadamente sensible porque este es mi ship favorito. Aquel que marcó un antes y después en mi adolescencia. Ese por el que obligué a todas mis amigas a ver una serie de 8 temporadas y otra de 5. Ese por el que me peleé en Twitter con miles de extraños: Klaus (Joseph Morgan) y Caroline (Candice King) , los amores de mi vida.
Una pareja inesperada entre el villano más temible y sensible en partes iguales, y el rayito de sol que quiere controlar absolutamente todo. Caroline Forbes siempre fue la sombra de Elena Gilbert (Nina Dobrev), la chica de la que todos se enamoraban sin que tenga que mover un solo dedo. La historia de Caroline era un tanto diferente. Ninguna de sus parejas la quería por quien era y al final del día siempre elegían a alguien o algo por encima de ella. Y de la nada llega Klaus Mikaelson.
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El villano más villano de todos, que no le perdona la vida a nadie y apenas ve a esta rubia se transforma en un niño de 13 años enamorado por primera vez. La ternura en los ojos de Klaus cuando le dice “me gustas” y la poca confianza en el suspiro de Caroline, porque, ¿quién podría gustar de ella? El dibujo que le hace, los impulsos que debe controlar, las miradas que no los dejan mentir, lo absurdo que es que no se besen en cada escena y lo necesario de que no la hagan.
“Yo quiero saber sobre vos”, le dice Klaus en una de mis escenas favoritas, y con una risa sacada de una escena de secundaria, me di cuenta de que estos dos personajes iban a darme la mejor historia de amor. Cómo en un mar de gente se puede tener ojos para solo una persona, y cómo la química y la piel pueden superar cualquier advertencia o voz de la razón. Klaus y Caroline estaban hechos para ser la pareja más pasional y épica de todo el universo vampiresco.
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Darles una cita como “él es tu primer amor, yo pretendo ser tu último, no importa cuánto tiempo tenga que esperar” y no hacerlos endgame me parece una total falta de respeto y, directamente, una mala escritura. Pero le voy a dar un poco la razón a los productores ejecutivos: la tragedia en la historia de Klaus y Caroline es digna de un amor shakespeariano. En cierto punto, su final los hace aún más épicos.
RORY Y JESS (Gilmore Girls)
Aquí soy muy consciente de que solo voy a pelear con los Team Logan porque, ¿quién en su sano juicio es Team Dean? Habiendo sacado un equipo de la competencia, puedo admitir que entiendo el encanto de un hombre como Logan (Matt Czuchry) y todo lo que representa. Es más, lo más probable es que yo me enamore de un Logan antes que de un Jess (Milo Ventimiglia) en la vida real, pero por suerte acá estamos hablando de ficción.
El amor que le tengo a Rory (Alexis Bledel) y a Jess no solo tiene que ver con que Milo Ventimiglia debe estar entre los hombres más hot del universo, sino que hay algo en el entendimiento entre estos dos personajes que supera cualquier tipo de chamuyo encantador. El concepto de que Jess aparezca en cada momento que Rory está perdida y no sabe qué hacer con su vida, para que venga este morocho y le diga “vos no sos así” y ella vuelva a encaminarse, me vuelve completamente loca.
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Sí, Jess no la supo cuidar cuando la tuvo y sí, también fue un adolescente inmaduro, pero soy fiel creyente de que el amor nunca se pierde cuando se gana perspectiva, y en esa mirada final de Jess Mariano hacia Rory Gilmore se esconde el comienzo de un endgame maravilloso.
BROOKE Y LUCAS (One Tree Hill)
Aquí también estoy preparada para pelear, y no porque piense que a ustedes les vaya a gustar Lucas (Chad Michael Murray) y Peyton (Hilarie Burton), sino porque al tener a Brooke Davis (Sophia Bush) como mi personaje favorito de One Tree Hill, entiendo por qué no querían que terminara con alguien como Lucas. Y sí, Lucas al final del día no se merecía la mujer que era Brooke, pero este es uno de los casos en los que estoy segura de que la realidad afectó a la ficción.
Sophia Bush (Brooke) y Chad Michael Murray (Lucas) estuvieron juntos durante las primeras temporadas de la serie (¡hasta llegaron a casarse!) y la química que tenían traspasaba cualquier escena de ficción. Lamentablemente, su relación no terminó en los mejores términos y se cree que esa fue la razón por la cual los productores decidieron separar a la pareja y emparejar a Lucas y Peyton.
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Entiendo que en la primera temporada se deja claro que Lucas estuvo enamorado de Peyton toda su vida, pero el enamoramiento que tiene con Brooke es mucho más real y orgánico, hasta podría llegar a decir que es mucho más grande. Es lo mismo que me pasa con Peyton y Jake (Bryan Greenberg): un amor épico, gigante, uno que merecía tener un final de película y en cambio se quedó a mitad de camino.
No puedo seguir escribiendo porque me doy cuenta de que esta nota puede llegar a ser eterna, es por eso que decidí dividirla en dos partes. Yo les avisé, los ships son un tema delicado para mí.
Iván Valle
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