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INTENSAMENTE: TAQUILLA ALTÍSIMA, PERO… ¿ES UNA DIGNA SECUELA?

Spoilers

Se logró en Argentina un récord que hace mucho no se lograba, una suba en las personas que fueron al cine en un solo día. Un récord realmente histórico en el país, que había quedado en cifras de hace 27 años. El viernes, segundo día del fin de semana largo, se registró la venta de 550 mil tickets.

Si se preguntan porque, es claramente gracias al éxito de intensamente 2, que en tan solo diez días más de 3 millones de personas fueron a verla. A su vez, este triunfo rotundo en taquilla, fue impulsado por “Mi villano favorito 4”. Película que en menor medida, también aportó para este nuevo récord de taquilla en un solo día.

En un país complicado económicamente, donde salir al cine es caro, esto es claramente una buena noticia para la industria del cine y sobre todo, para los cines en general, que se sabe que viene perdiendo terreno de manera absoluta frente al streaming. Cabe destacar que a partir de ahora, Intensamente 2 ya va camino a superar a Toy Story como la película más vista de la historia en nuestro país, que tiene un récord de casi 7 millones de visualizaciones en la pantalla grande, conseguido en 1997.

La pregunta es si la película vale la pena para tal logro o le queda grande. Y si nos basamos en su argumento, la verdad es que no es para nada complejo. Todos sabemos que Pixar hace magia con sus animaciones, pero siempre lo importante es el mensaje. E intensamente 2, no es la excepción, porque como decíamos la historia, es para nada compleja. De hecho, no dieron vueltas y se ahorraron bastante la originalidad, usando de nuevo la problemática enfocada en una sola emoción (tristeza en la primera película y ansiedad en esta segunda).

Más allá de todo, la gran protagonista es, justamente, Ansiedad, creadora de incontables memes y con su aspecto desagradable. Representada de manera perfecta en la mente de una pequeña Riley de tan solo 13 años, la cual su preocupación máxima es entrar en el equipo de hockey sobre hielo y hará todo lo posible para hacerlo, controlada por la ansiedad y los pensamientos negativos que esta nueva emoción propone, traiciona a sus mejores amigas, roba el cuaderno de la entrenadora, quiere intentar encajar forzosamente en un grupo de chicas que son diferentes a ella, pero lo mejor es como la película demuestra el cambio de personalidad que puede provocar la ansiedad.

Quizás ese es el aspecto más profundo que se le puede dar al film. A pesar de que también toca temas super interesantes, como el tema de los secretos, la importancia de ser positivo e incluso el peligro y el mal trago de ansiedad.

Intensamente se divide igual que en la primera, lo que pasa dentro de la cabeza de Riley y lo que pasa en la vida real, nuestras emociones se aventuran en la búsqueda de aquella personalidad de Riley que quedó enterrada en el fondo, gracias, una vez más a la ansiedad que de hecho, muestran correctamente como la ansiedad es capaz de incluso eliminar la Alegría por completo, haciendo incluso que el personaje más alegre, se sienta triste y frustrada, por no poder contra ansiedad.

Con respecto a esto, se repite la fórmula de la primera película, donde Alegría se ve obligada a luchar para volver al cuartel donde está Ansiedad y las nuevas emociones, que realmente podrían haber tenido mucho más protagonismo e importancia, pero no fue así y probablemente esto sea bastante cuestionado en esta nueva entrega de pixar.

Sin dudas, de aquellas emociones, la que se lleva el show es la vergüenza, que logra ser el alivio cómico en varias situaciones, debido a su aspecto tierno, gracioso y grandote, pero con los aspectos vergonzosos que influyen en momentos importantes para Riley. Vergüenza es quizás, junto a Alegría y Ansiedad, las emociones que más afectan a la pequeña en la película. Y es que como decíamos, ese es otro problema que tiene la película.

La corta duración hace que la problemática a resolver sea bastante sencilla y deje de lado a casi todas las emociones, a excepción de Ansiedad, Alegría y, en menor medida, vergüenza y tristeza. Al final, la película pareciera que quiere estar enfocada en adolescentes adultos, pero nunca logró afianzarse a ese público. Cuando en la primera, esto era así debido a la nostalgia que provocaba en los jóvenes adultos y a su vez, por la originalidad de la trama. En esta secuela esa originalidad se intenta, pero no funciona, de nuevo repiten una fórmula que los funcionó para la taquilla, pero no para la narrativa general del film, que pareciera que perdió ese “mensaje sorpresa” para los jóvenes adultos y terminó siendo una película corta, entretenida, divertida y para que niños pequeños tengan un ejemplo de lo que es la ansiedad.

Sin restarle mérito, algo que hace muy bien esta película es la animación, obviamente, pixar es de las mejores en esto y si bien tiene su estilo animado 3D muy marcado, para esta ocasión se notó que quisieron al menos, arriesgar un poco, mezclando animación 2D con “Bolsi”, personaje apenas recurrente que termina ayudando a las emociones de la primera película. Pero también, se explora la animación pixelada, con el personaje de videojuego del cual Riley está enamorada, que en el momento más bache del film, terminó siendo un agradable alivio cómico igual, pero en menor medida, que el personaje de Vergüenza.

ES INTENSAMENTE UNA DIGNA SECUELA?

Sí, por supuesto, hay varios factores que la hacen una digna secuela de aquella intensamente que a muchos les voló la cabeza. Pero claramente, si van a seguir explotando este tipo de film, es urgente (en caso de hacer una tercera película) que innoven y bastante en la trama, para así poder volver a atrapar a ese público que esta película probablemente pierda, debido a que, sin razón alguna, le dieron un enfoque a la ansiedad importantísimo y se olvidaron de las demás emociones que, en su momento y en aquella primera película, formaron la verdadera razón y el mensaje ideal y sorpresivo para un nuevo público, al que el film no apuntaba.

Intensamente

6/10

RESPECTO AL RÉCORD EN ARGENTINA…

Si bien es una gran noticia para la economía, los cines y demases agentes, no nos olvidemos que intensamente no es un producto nacional. Hay muchos creadores, paladines del cine nacional y la industria nacional, que se están jactando de que esto es todo un triunfo de los cines argentinos, cuando claramente esto no es así. Es un grave error creer que esto ayuda de manera directa y profunda a entidades culturales como el INCAA, ya que, sacan únicamente un pequeño porcentaje de la venta de entradas.

Está clarísimo que cuando el público está interesado en una secuela o una saga, corre al cine a verla. La taquilla del cine nacional, por películas nacionales, sigue siendo extremadamente baja en comparación. Las personas no están claramente interesadas en las producciones nacionales, al menos, la persona “estándar” y no la persona interiorizada y fanatizada por la cultura, que elige ir al cine un fin de semana, lo más probable es que no vaya a ver una película financiada por el INCAA. Esto y la dudosa calidad de algunas de esas producciones, hacen que el cine nacional no sea “taquillero” a grandes niveles, aunque claramente, tenemos grandes y reconocidas mundialmente, excepciones.

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