Atracción y distancia: La dinámica de Marianne y Connell (Normal People)

Como fanática de las series melosas y con un corazón sensible a las historias profundas y conmovedoras, puedo afirmar sin duda alguna que Normal people es una serie que me ha marcado (y traumado) profundamente. Desde el primer episodio, me cautivó con su retrato honesto y realista de la complejidad del amor, la amistad y la madurez en la adolescencia.

La historia gira en torno a Marianne y Connell, dos chicos de mundos completamente distintos que se enamoran durante su paso por la escuela secundaria en Sligo, Irlanda. A pesar de su atracción inicial, las diferencias de clase y las inseguridades personales los llevan a mantener su relación en secreto, navegando por las complejidades de la adolescencia en un entorno donde las apariencias lo son todo.

Lo que hace especial a la serie, es su capacidad para retratar el amor de una manera honesta y profunda, lejos de los clichés románticos que suelen inundar las pantallas. La serie explora las distintas etapas de la relación entre Marianne y Connell, desde la intensidad inicial hasta los altibajos y las rupturas, con una autenticidad que resuena con la experiencia humana.

Las actuaciones de Daisy Edgar-Jones y Paul Mescal son impecables, capturando a la perfección la vulnerabilidad y las emociones complejas de sus personajes. La química entre ellos es palpable, y nos permite conectar con sus alegrías, tristezas y dudas de una manera profunda.

Más allá de la historia de amor central, aborda temas como la amistad, la familia, la madurez y las presiones sociales, todo ello con una sensibilidad y una mirada crítica que la convierten en una obra maestra de la televisión. La serie explora cómo estos factores influyen en las relaciones y en el desarrollo personal de los protagonistas, invitándonos a reflexionar sobre nuestras propias experiencias y las complejidades de la vida real.

La dirección de Lenny Abrahamson y Hettie Macdonald es impecable, creando una atmósfera íntima y realista que nos sumerge por completo en el mundo de Marianne y Connell. La banda sonora, compuesta por fondos musicales cuidadosamente seleccionados, complementa a la perfección las emociones de cada escena, intensificando la conexión con los personajes.

Esta no es solo una serie para ver, es una experiencia para sentir. Cada episodio te invita a reflexionar sobre las relaciones humanas, el amor en sus diversas formas y las complejidades de la vida. Si buscas una serie que te conmueva, con la que vayas a llorar y te enojes al final de cada capitulo, esta es la serie para vos.

En mi opinión personal, Normal people es una serie que va más allá del entretenimiento. Es una oda a la complejidad del amor, un retrato honesto de la adolescencia y una reflexión profunda sobre las relaciones humanas y la confusión del amor. Me hizo pensar y me ha dejado una huella imborrable. Sin duda, una de las mejores series que he visto en mucho tiempo.

Le recomiendo la serie a todos aquellos que buscan algo para sentir cosas, que les toque el corazón y les haga reflexionar. No te decepcionará.

Y como ultimo consejo: No te pierdas la escena final de la serie. Es uno de los momentos más lindos y conmovedores de la televisión reciente, una llorada 100% asegurada.