undefined_peliplat

Fallout y el heroísmo colectivo

Spoilers

Recientemente hubo un curioso intercambio entre Agustín Eme, creador de contenido, y Jonathan Nolan, co-showrunner de Fallout. El argentino le contó acerca de El eternauta y de la importancia del heroísmo colectivo, algo que notaba en la producción de Fallout. A lo que el creativo de la serie de Amazon le respondió que efectivamente notaba esa falta de sentido comunitario en Estados Unidos, en donde la salida del “Sueño americano” es el individualismo.

La serie es atravesada por una crítica a ese imaginario social y una sátira al capitalismo más feroz. No por nada la estética que envuelve a la obra es una retrofuturista que remite a la edad de oro de la ciencia ficción de los años cincuenta. Por aquel entonces, se veía una esperanza en la ciencia y la tecnología impulsadas por el capitalismo como constructor de un futuro utópico. Pero mientras, ocurría la guerra fría.

Jonathan Nolan, Lisa Joy Sign Massive Overall Deal at Amazon
Los showrunners de la serie, Jonathan Nolan y Lisa Joy.

Se podría categorizar a Fallout dentro de varios subgéneros de la ciencia ficción. Por un lado, en el presente de la serie, es una obra posapocalíptica. La humanidad fue víctima de una guerra nuclear que reconfiguró el planeta. Por otro lado, en los flashbacks paralelos previos al desastre la serie podría considerarse una realidad alternativa en la que existe un futuro avanzado en donde se mantiene la estética y la idiosincrasia de los años cincuenta.

En este sentido, la serie maneja dos niveles temporales que poco a poco se van entrelazando. El misterio detrás de lo que sucedió para llegar al desastre se mantiene latente durante todos los capítulos con maestría. Es el gancho que atrapa al espectador, algo en lo que por ejemplo creo que falló la otra serie de ciencia ficción reciente, El problema de los tres cuerpos. Las respuestas son dadas de a dosis adecuadas, y es recién al final de la temporada cuando muchas preguntas confluyen en una conclusión reveladora.

Por otro lado, y a la manera de la mejor etapa de Game of Thrones, la serie maneja también un buen grado de polifonía. Las historias de Lucy Maclean, Maximus, Norm MacLean y Cooper Howard, así como sus diferentes espacios, van por senderos por momentos paralelos, por momentos separados, pero siempre con un buen equilibrio narrativo. Cada uno y cada una de sus subtramas se desarrollan con la merecida profundidad y tiempo.

De un formato al otro

La serie es una adaptación del videojuego homónimo, que ya lleva cuatro entregas principales y seis spin-off, sin contar proyectos anunciados. Es una obra de rol posapocalíptico creada en 1997 y que tuvo sucesivas transformaciones y cambios de estudio. Actualmente la propiedad intelectual la posee Bethesda Studios, conocidos por otra de las grandes de series de juegos de rol, The Elder Scrolls.

Algunos de los videojuegos originales de Fallout.

Después de años de adaptaciones fallidas del videojuego a la pantalla grande, Fallout consolida aún más una bisagra. Junto con Arcane, The Last of Us y Cyberpunk Edgerunners quebró una etapa de producciones fallidas (Doom, Prince of Persia, Assassin's Creed, etc.) y afianza más la posibilidad de trasposicionar de forma exitosa la esencia de un formato al otro.

En ese sentido, hay un trabajo muy similar al que ocurre con Arcane o con Cyberpunk Edgerunners, adaptando el lore construido a través de los videojuegos y construyendo una historia propia, con sus propios personajes y desarrollos pero afines al espíritu y a la construcción de mundo originales.

Un cambio de paradigma

El comienzo de la Gran Guerra que dejó al mundo devastado fue causada por una exacerbación de intereses económicos. Tal como se revela al final de la serie, fue la decisión de múltiples empresas para obtener ganancias con el proyecto de los “vaults” (o “refugios”). Y en este marco, se tomó la decisión de que se experimentara algo diferente en cada uno. Así, se enfatiza la competitividad lucrativa en contraste con lo más importante que es la supervivencia humana.

Fallout Creators on Adapting the Video Game to Series for Prime Video
Lucy MacLean saliendo del capullo del refugio, cual Bella Baxter de Poor Things

La bomba atómica —al menos, según lo que se deja entrever en la primera temporada—, es una acción autoinfligida para asegurarse el beneficio de la megaempresa que implica Vault-Tec. Así, la destrucción de Shady Springs fue una forma de derrotar a una potencial competencia de los refugios. La lógica empresarial sobrevive en los empleados y directivos criogenizados.

Mientras, los descendientes de aquellas familias van descubriendo la verdad y van construyendo un nuevo paradigma a través de la serie. En ese sentido, Lucy MacLean es como una recién nacida —cual Bella Baxter de Poor Things— que sale de su caparazón edénico y va descubriendo el mundo crudo del exterior. Por otro lado, Maximus se va desprendiendo del dogma de su credo a medida que intercambia diálogos y experiencias con personajes de diferente origen. Y Cooper Howards podría ser categorizado como el más complejo y gris. Sus intenciones no son del todo claras hasta el descubrimiento del final.

La salida es colectiva

Todas las motivaciones individualistas de la serie terminan en fracaso. La búsqueda de la cabeza del Dr. Siggi Wilzig —el cual tiene insertado el experimento de fusión en frío— provoca solo muertes y destrucción en los individuos que los persiguen con sus propios fines. El mismo apocalipsis fue causado por una motivación netamente individualista y empresarial.

Lo que es claro, es que en este mundo transformado —o deformado— por el desastre nuclear la salida es en comunidad. Eso se manifiesta en la ayuda mutua de Lucy MacLean y Maximus; en el proyecto de Lee Moldaver; en el esquema de trabajo del Refugio 4; en el cliffhanger de la mutua colaboración entre Lucy MacLean y Cooper Howard, que da el pie a la ya confirmada segunda temporada.


Nota por Alex Dan Leibovich | Periodista | Redactor en Clarín, Indie Hoy, Peliplat y Erramundos.


Publicado el 25 de abril del 2024, 13.07 PM | UTC-GMT -3.


Más notas relacionadas: La teoría de la bolsa: otra forma de narrar | Cyberpunk 2077 y Edgerunners: cuando el género atraviesa diferentes medios | Poor Things y el steampunk: una relación simbiótica | Blade Runner: los símbolos ocultos entre la neblina, el cromo y el neón


En caso de que te haya gustado la publicación se agradece mucho dándole me gusta, poniéndolo en favoritos, comentando y siguiéndome para colaborar en su difusión. ¡Gracias!

Más populares
Más recientes

¡Comparte lo que piensas!

Sé la primera persona en comenzar una conversación.

2
0
0