Hay películas que se sienten como un mimo, un abrazo o una caricia, y te alegran instantáneamente el día. Te dibujan una sonrisa y realmente el panorama es diferente. Creo que todos alguna vez sentimos esto y quizás te sientas identificado cuando lo estés leyendo: todo eso fue lo que Robot Dreams me provocó.
Un poco más de hora y media dura la cinta animada de Pablo Berger y en ningún momento tenemos ni una palabra. No hay diálogos, sólo nos dejamos llevar por expresiones, sonidos y música, y sin embargo sentimos mil emociones. Si bien seguimos la relación entre Dog, un perro solitario que vive en Manhattan y su nuevo amigo Robot, nos vamos a poder identificar muy bien.
En ese punto creo que está el fuerte de la película: al ser animada y los protagonistas sean un animal y un robot, lo vamos a poder relacionar con cualquier tipo de relación que tengamos en nuestra vida. ¿A qué me refiero? Al no ser dos humanos, no estamos obligados conscientemente a crear o entablar una relación o a etiquetarlos en alguna categoría. Tenemos la imaginación mucho más liberada y podemos entenderlo como si fuesen amigos, como si fuesen pareja, como si fuesen familiares o la conexión que uno crea. Lo único de lo que estamos seguros es que hay mucho cariño entre ellos dos, y está en cada uno darle el sentido que más quiera.
![Image description](https://img.peliplat.com/api/resize/v1?imagePath=peliplat/article/20240301/bc2ebf1d700c2496de15dc8baa9f1ea1.png&source=s3-peliplat)
Quizás con el que más nos podemos sentir identificados es con Dog: él vive solo en un departamento en una enorme ciudad. Y lejos de ser una romanización a la soledad, él lo sufre. Se lo ve triste cuando come, cuando ve por la ventana y ve a unos vecinos abrazados en el sillón, riéndose y mirando tele. Se ve aún más amargado cuando instantáneamente ve su propio reflejo en soledad en su sala de estar. Tras ver un anuncio, se decide por comprar un robot acompañante, quien será su gran secuaz durante toda la película.
Salvando las obvias distancias, Robot Dreams me hizo acordar mucho a La La Land o Past Lives, ya que ahonda fuertemente en el concepto del “qué pudo ser” de forma constante. El nombre de la película es muy elocuente con eso: Robot sueña en reiteradas ocasiones las posibles situaciones que lo harían reencontrarse con Dog, y lo mismo le sucede al perro, imaginando cómo sería un reencuentro en la calle con su compañero. De hecho, todo esto me hace acordar aún más al epílogo de La La Land, donde ahí sólo nos guiamos por las imágenes, la música y la actuación de los protagonistas por 10 minutos.
![Image description](https://img.peliplat.com/api/resize/v1?imagePath=peliplat/article/20240301/ec3428b33056e6c482907d9915734773.png&source=s3-peliplat)
Les seré sincero: no hay nadie que pueda salir igual de una sala luego de ver Robot Dreams. Es, literalmente, una película apta para todo público: niños o adultos, solos o acompañados, esta película te va a dibujar una sonrisa de principio a fin, te va a hacer lagrimear y te dejará pensando. Quizás por unos instantes, por horas o días, pero estoy seguro de que no serás el mismo. Se siente como un abrazo o una caricia al alma y muchas veces, necesitamos este tipo de cintas para frenar un poco y seguir.
Y también, nos sirve para responder una duda que muchos tienen todavía: la animación no es exclusiva para un público infantil. ¿Un perro y un robot animado te pueden despertar emociones? Escuchen a Robot silbar September y después me cuentan.
Contenido relacionado que te puede interesar
➡ 10 PELÍCULAS QUE SE SIENTEN COMO UN ABRAZO AL ALMA 💕
➡ LA SOLEDAD vs. LA COMPAÑÍA EN ROBOT DREAMS 😭
¡Comparte lo que piensas!
Sé la primera persona en comenzar una conversación.