10 razones para odiarte: La confianza lo es todo

Lo reconozco, siento una fascinación irremediable hacia las películas de instituto norteamericanas de la década de los noventa y principios de los 2000. Quizás se deba a que a los de mi generación crecimos con ellas, e hicieron una mella considerable en nuestro propio imaginario fílmico. Películas como Clueless (1995), Scream (1996) o Mean Girls (2004), nos marcaron en nuestra pubertad y adolescencia, haciendo que ya pasado el tiempo y el boom del propio género que se exprimió hasta la saciedad acabase, las veamos con cierta ternura a modo de un brindis al sol por aquellos tiempos pasados que tan dulcemente habitan en nuestra memoria.

Image description

En ese grupo de películas que marcaron nuestra juventud, sin duda tiene que estar 10 razones para odiarte (1999), la película dirigida por Gil Junger que está protagoniza por Julia Stiles y Heath Ledger. Una película que parte de una premisa bastante interesante, que consigue llevarla a bastante buen término, haciendo que la película sea tremendamente entretenida. Así de primeras me gustaría destacar precisamente eso, el brillante guion con el que cuenta.

La trama va de menos a más, mostrando en mera apariencia a arquetipos muy recurrentes en este tipo de comedias románticas, pero que a medida que va transcurriendo la película, vas apreciando más y más la construcción de personaje que acaban por tener. Denotan una complejidad, tanto los dos protagonistas, como los personajes secundarios principales, en la que se sabe muy bien llevar el desarrollo narrativo de cada uno de ellos, con una soltura y una frescura que los hacen muy queribles.

El instituto es lo peor

Entrando de lleno en la premisa que comentaba anteriormente, me encanta que la película gire en torno a la confianza que depositamos en los demás, y cómo a veces al vernos defraudados por las otras personas, eso nos lleva a ponernos barreras con el resto a fin de que no vuelva a ocurrirnos. Puede que no sea una premisa muy original o que hayamos visto en innumerables películas, pero pocas han sabido llevarla a tan buen término como la manera en que se plasma aquí. Desde la relación del padre con sus dos hijas, hasta la relación entre Kat y Patrick, todo lo que hace que la trama avance y los personajes acaben por encontrarse en ciertas situaciones (algunas cómicas y otras dramáticas) se debe a esa imposibilidad que reside al principio de la película.

Image description

Otra de las cosas que me gustan de la película, es tipo de humor que maneja. Como cuando la directora está escribiendo su novela en su despacho o situaciones en las que se habla de manera bastante abierta de temas que normalmente suelen ser tabú. Si bien es cierto que las comedias de este tipo de finales de los noventa-principios de los 2000, solían ser bastante alocadas y de un humor sin filtro, sorprende como en esta se consigue no hacerlo vulgar, y que parezca que es una comedia romántica para todos los públicos. Puede que me sorprenda vista de nuevo hace poco, porque habría ciertas cosas que serían impensables de encontrar en producciones de hoy en día. No sé, quizás sea cierto eso de que nos estamos volviendo cada vez más puritanos.

Gran elección de reparto

Indudablemente, una de las razones principales por las que esta película funciona tan bien como comedia, es porque aparte de contar con grandes personajes carismáticos, cuenta con grandes actores para darles vida. Por un lado tenemos a Julia Stiles, que no puede comerse más la pantalla haciendo de Kat. Es un personaje complejo, gracioso y tremendamente inteligente, que suscita la simpatía del espectador desde el principio, aunque por muchos tramos se nos presente como una persona amargada y antisocial.

Image description

Puede que sea uno de los mejores papeles de Julia Stiles, que a decir verdad, y pese a que el resto del cast está muy bien, es ella en todo momento la que acapara todas las miradas. En cuanto a Heath Ledger, ¿qué decir de él? Es triste pensar lo mucho que todavía que le quedaba por dar como artista. En 10 razones para odiarte (1999) está exultante y derrochando también mucho carisma, haciendo de este macarra de buen corazón llamado Patrick. Sabe en todo momento como manejar los tempos que pide el personaje, siendo otra de sus grandes interpretaciones, aunque no sea la más recordada por el público.

También, algo que creo que eleva la película es que no solo cuente con grandes protagonistas encarnados por buenos actores, sino que los secundarios también interesan casi al mismo punto que los protagonistas. Es lo que pasa con Joseph Gordon-Levitt y Larisa Oleynik, los cuales comparten momentos realmente icónicos de la película. A Joseph Gordon-Levitt le vemos en uno de sus primeros papeles, demostrando que estaba hecho para hacer comedia a nivel interpretativo.

Can't Take My Eyes Off You

Ya hemos hablado de esa imposibilidad de confiar, que repercute a todos los personajes de una o de otra manera. Quizás el caso de Kat es el más notorio dentro de la trama, pero se hace muy evidente ese matiz en todos. ¿Qué es lo que hace que los personajes dejen atrás sus inseguridades y enfrentes sus miedos de cara? Por muy cursi que suene, efectivamente, el amor. El amor es la única válvula de salida que tienen para poder atreverse a confiar de nuevo, a arriesgarse y a no cerrarse en banda con tal de evitar de todas las maneras posibles que esos momentos dolorosos de antaño vuelvan a recrearse con otras personas. Es un reto muy propio de la adolescencia, y como decía, hay pocas películas que hayan conseguido retratarlo con tanta gracia como lo hace esta cinta.

Image description

La parte final del film tiene momentos preciosos, en donde los personajes se muestran frágiles, dejando por un tiempo ese cinismo que vivía instaurado en ellos. Esa frivolidad a la que a veces se alude de los adolescentes, aquí no se enjuicia, sino que es tratada con una humanidad muy tierna y que consigue que te enamores de los personajes. En realidad, no hay malos ni buenos, todos demuestran hacer las cosas de la mejor manera que saben hacerlas, aunque eso les haya llevado a hacer daño a otras personas. Eso no quita que merezcan segundas oportunidades, que debamos huir y dejar todo atrás, como la madre de Kat y Bianca. Eso lo aprende con Patrick, al darse cuenta que la ha herido y que él efectivamente se ha equivocado, pero que lo más importante reside en su voluntad de querer cambiar y de ser capaz de demostrar que va enserio con ello.

10 razones para odiarte (1999) nos enseña que el amor no puede sostenerse si no hay confianza que lo nutra; ya sea amor de pareja o amor paterno-filial. Al igual que los personajes, todos nos vemos a veces limitados por nuestras inseguridades y por las cargas que arrastramos del pasado, pero eso no nos define, como a Kat no la define que su madre se fuera de casa y abandonase a la familia. Recomiendo encarecidamente ver esta película sin grandes expectativas, deseando ante todo el estar mejor que antes de haberla visto, porque desde luego que esta película conseguirá ese cometido con creces si se deposita algo de confianza en ella.

Más populares
Más recientes
Christian_Deinz 29
Muy buen artículo, con una narrativa bien escrita y estructurada, además atrapante desde su primera oración. Te invito a leer mi artículo y darle like si sientes que lo merece gracias https://www.peliplat.com/es/article/10037835/SUE%C3%91OS-DE-FUGA-UN-COMPENDIO-DE-TODO-EL-CINE-CARCELARIO-?tab=comment
04:00 10 de enero de 2025
Responder
Me gusta
6
comment
1
favorite
2
share
report