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Siete directores que hicieron remakes de sus PROPIAS películas

Es sabido que desde siempre Hollywood tiene una fascinación por “robar ideas” y hacerlas propias. Ok, esto no es del todo así, no se roba, en realidad se ofrece un maletín lleno de dinero tratando de alguna manera de persuadir a la persona encargada de llevar el proyecto a cabo de que esa historia que ya se contó, pero en la que los yankees creen que debe ser contada de otra manera.

Hay casos como el de Psicosis, obra cumbre de Alfred Hitchcock, donde casi 40 años después de su estreno el director Gus Van Sant (que el año anterior había dirigido la genial En busca del destino) decidió hacer una remake del revolucionario clásico de terror de Hitchcock. ¿Cuál fue la mejor idea? Calcar plano por plano la obra maestra de los 60s. El resultado: habla por si solo.

Pero hay otro caso aún más curioso que es el que se da gracias a que esa misma propuesta (trasladar una obra por lo general no-hollywoodense a ese panorama) es aceptada por el director (o directora, en este caso no encontré a ninguna mujer que lo haya hecho) de la original, trayendo por lo general un resultado vacío de riesgos y que se inclina por una mirada un poco más “políticamente correcta”.

¿Que es lo que lleva a estos cineastas a tomar estas decisiones? ¿El dinero? ¿Ver las repercusiones de estos proyectos? ¿Provocar? En este artículo les dejo siete ejemplos de cuando pasa esto:

1. GEORGE SLUIZER

Spoorloos (1988) y The Vanishing (1993)

El director de origen neerlandés en el año 1988 dirigió la que según Stanley Kubrick fue la “experiencia cinematográfica más aterradora de todas”.

La película en si no es aterradora, no tiene elementos de terror per se, pero si lo es la idea. Imagínense estar de vacaciones con sus parejas, parar en una estación de servicio, que ella (o él) entre al Shop a comprar una gaseosa u otra cosa, y que desaparezca. Y no sólo eso, no tener ni un rastro de esa amada persona por años.

La remake fue protagonizada por Kiefer Sutherland y Jeff Bridges, dos grandes talentos, pero sin pena ni gloria.

2. SEBASTIAN LELIO

Gloria (2013) y Gloria Bell (2018)

El aclamado realizador chileno pegó el salto a Hollywood en el año 2017 con su polémica Disobedience, una película que explora la sexualidad en una comunidad judía. Mismo año que estrenó la espectacular Una Mujer Fantástica, ganadora del Oscar a Mejor Película Extranjera.

Fue en el año siguiente en el que se le propuso hacer una remake de una película suya del 2013 llamada 'Gloria' que nos narra la historia de una mujer adulta que vive en Santiago de Chile con un modo de vida totalmente libertario.

En el año 2018 llegó la remake protagonizada por la gran Julianne Moore. De nuevo, sin pena ni gloria.

3. MICHAEL MANN

L.A. Takedown (1989) y Heat (1995)

El caso de Michael Mann tiene algo de sentido, ya que L.A. Takedown fue una película hecha para la televisión que, a pesar de su bajo presupuesto, mostró destellos del potencial que tenía la historia. Gracias a la recaudación que tendría ‘El Ultimo de Los Mohicanos’ en el año 1992, Mann se dio el lujo de contar con Al Pacino y Robert De Niro, entre muchos otros, para su obra maestra Heat, una de los mejores thrillers policiales de la historia que cuenta la historia de dos profesionales, uno el mejor ladrón de bancos y el otro el mejor detective, en una especie de juego del "gato y el ratón".

4. SIR ALFRED HITCHCOCK

The Man Who Knew Too Much (1934 - 1956)

Otro de los casos donde la remake es mejor que la original. Una de esas de Hitchcock que involucran romance, asesinatos y conspiraciones políticas internacionales. Bien de su época dorada de los 50s. En la original está el gran Peter Lorre, actor de grandes títulos del expresionismo alemán, con la diferencia de que eran las primeras etapas como director de un autor como supo ser Hitchcock, que fue mejorando y perfeccionando la técnica con el paso del tiempo.


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5. CECIL B. DEMILLE

The Ten Commandents (1923 - 1956)

Esta épica historia fue traída por el mismo director con casi 30 años de diferencia, algo parecido al caso de Hitchcock.

La historia está basada en los textos bíblicos que cuentan la vida de Moisés y su viaje espiritual que concluyó con la liberación de su pueblo.

La remake de 1956 supuso un antes y después en efectos visuales, unos que serían tan revolucionarios que serían la base e inspiración de lo que siguió en el cine. Además, fue ganadora en varias de las nominaciones de los Premios Oscar.

6. MICHAEL HANEKE

Funny Games (1997 - 2007)

El caso del director alemán Michael Haneke es extraño, probablemente el más extraño de este listado, ya que nunca fue un realizador que apoye el sistema hollywoodense. Pero en el 2007, tras diez años del estreno del escalofriante drama de invasión hogareña Funny Games, decidió prácticamente calcar lo ya hecho financiado

Una decisión bastante desacertada, quizás un experimento por parte de Haneke, ¿quien lo sabe?

7. TAKASHI SHIMIZU

Ju-On: The Grudge (2002) y The Grudge (2004)

El último ejemplo de este listado es probablemente el menos polémico, ya que la fama de este director japonés se debe únicamente gracias a la saga de fantasmas que inició en el 2002. No solo hizo la remake para Hollywood dos años después, sino que en el 2003, gracias al éxito de taquilla que fue la primera hizo la segunda.

Pero eso no es todo, en el 2006 saldría una secuela de la remake hollywoodense. ¿Quien la dirigió? El bueno de Takashi.


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