El próximo año nos va a traer una de las vueltas más esperadas por los amantes del cine: Francis Ford Coppola revivió un proyecto soñado que tuvo en mente por más de 40 años y en el 2024 se estrenará Megalopolis', una ambiciosa propuesta de ciencia ficción distópica que narra la historia de un arquitecto que pretende reconstruir la destruida ciudad de Nueva York como una utopía después de un desastre devastador.
La película por el momento no tiene distribuidora, aun teniendo un cast de lujo que incluye nombres como Adam Driver, Forest Whitaker, Dustin Hoffman, Laurence Fishburne, Jon Voight o Shia LaBeouf, entre otros. También según fuentes se dice que el propio director vendió invirtió la suma de 120 millones de dólares para que su sueño se pueda hacer realidad. Y para despejar cualquier tipo de duda sobre lo que significa estar en una película de Coppola, en el set de su próxima película hubo varios reshoots (volver a firmar algunas escenas) y algúna que otra discusión.
Pero, ¿acaso esto ya no lo vivimos?
¿Coppola tratando de revivir o invirtiendo en proyectos propios sin ayuda (o casi nada) de las productoras | distribuidoras, y con constantes cambios en el rodaje?
Si, esto ya se vivió. Pero para entender un poco, vayamos para atrás en el tiempo. Específicamente al año 1972. El estreno de ‘The Godfather’ ('El Padrino') era todo un éxito de crítica y taquilla que la colocaban como una de las mejores películas jamás hechas. Un cinta perfecta. Pero lo que se fue revelando con el tiempo ponía a Coppola como un director con el cual era “difícil trabajar".
Originalmente, el director estaba en contra de dirigir la película por motivos personales. Sin embargo, aceptó con entusiasmo el trabajo, una vez que pensó en convertir el film en una alegoría del capitalismo estadounidense.
Hasta se consideró reemplazar a Coppola por el talentoso Elia Kazan, con la esperanza de que Kazan pudiera trabajar nuevamente con Marlon Brando. Brando anunció que abandonaría la película si Coppola era despedido, y el estudio se echó atrás
El ahora sí confirmado director entregó un corte inicial de la película de dos horas y seis minutos. El jefe de producción de Paramount Pictures, Robert Evans, rechazó esta versión y exigió un corte más largo con más escenas sobre la familia. La versión final fue casi cincuenta minutos más larga que el corte inicial de Coppola. Y el resultado está a la vista, ‘The Godfather’ sigue siendo a día de hoy una de las mejores y más analizadas películas de la historia. Intocable.
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El segundo, y más notorio de los ejemplos de rodajes catastróficos en la filmografía de Coppola es el de ‘Apocalypse Now’ ('Apocalipsis Now', 1979):
Un director que perdió 45 kilos durante el rodaje y que amenazó varias veces con cometer suicidio… Un joven Laurence Fishburne que mintió sobre su edad (tenía 14 años cuando la producción comenzó en 1976) al momento de arrancar el rodaje… Un caprichoso Marlon Brando excedido en peso y sin querer decir ninguna de las líneas de su guion… Un rodaje que duró dieciséis meses en vez de lo estipulado que eran seis… Un Martin Sheen borracho y peleando constantemente con el director. Son muchísimos los detalles que hacen de la salvaje y catastrófica producción de Apocalipsis Now una de las experiencias más discutidas y analizadas. Tal es así que la propia esposa de F.F.Coppola, Eleanor Coppola, se encargó de filmar, dirigir y protagonizar el documental que se hizo sobre el rodaje de esta película: 'Hearts of Darkness: A Filmmaker's Apocalypse' (1991).
Durante la preproducción, Francis Ford Coppola consultó a su amigo y mentor Roger Corman para pedirle consejos sobre cómo abordar el rodaje en Filipinas. El consejo de Corman fue simplemente: "No vayas". Y el resto es historia: luego de tres años de producción, ‘Apocalypse Now’ se presentó en 1979 en la Selección Oficial del Festival de Cannes ganando la prestigiosa Palma de Oro.
El cine como lo conoció Coppola es uno el cual ya no se hace, los riesgos no se toman y todo depende de las estadísticas, el marketing y lo que quiere la audiencia (salvando algunas poquísimas excepciones).
¿Podrá la próxima película de Coppola estar al nivel del cine que lo hizo mundialmente reconocido?
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