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La policía Yiu Chi-yue (Venus Wong) es una persona altamente sensible por naturaleza. Siempre que investiga casos, trae chocolate, agua salada con limón y un cerebro con un "interruptor de encendido y apagado". Sus sentidos se intensifican cuando bebe agua salada con limón, lo que despierta su aguda conciencia de las pistas en la escena del crimen. Al tocar el cadáver, reunir pruebas y sus sentidos, empatiza con la víctima y reconstruye la secuencia de los acontecimientos. Desde que Chi-yue conoció al jefe del restaurante Wong Mik-kei (Pakho Chau), el dúo ya no son "espectadores". Los perpetradores en libertad son asesinados uno tras otro. Chi-yue desafía encubiertamente a algún asesino en serie en varias ocasiones, y su verdadera identidad se va descubriendo poco a poco. Chi-yue se da cuenta de que los dos tienen puntos de vista contradictorios a pesar de que tienen ideas afines, lo que la hace enfrentar el enigma de tomar decisiones en la vida. Mientras tanto, Mik-hei, sorprendentemente, toma una decisión por ella.