Kukolka

1911, Sasha Meshcherskaya, graduada del Instituto de Doncellas Nobles, regresa a una pequeña ciudad de provincias. El bienestar de su familia se basa en su relación con su amado tío, el dueño de la fábrica de armas Nikolai Shumilov. Los padres de Sashenka: el príncipe Ivan Sergeevich Meshchersky y Maria Ilyinichna sueñan con el matrimonio temprano de su hija y ella misma sueña con una brillante carrera como arquitecta. Queriendo complacer a sus padres, Sasha hace nuevas amistades y al instante se sumerge en un torbellino de intrigas, donde están en juego los intereses políticos por encima de las pasiones personales. Asesinatos y chantajes a sangre fría, complejidades de conspiraciones, provocadores atrevidos que eluden la detección: todo esto cautiva a la entusiasta colegiala, que experimenta una melancolía mortal por la escasez de perspectivas de vida. Sin darse cuenta, Sasha se convierte en el objetivo ideal de la hipnosis terrorista.