A Case for Kin (2023)

Caroline y François provienen de una dinastía de policías. Aunque son hermanos, forman una pareja de detectives poco ortodoxa, con métodos que se complementan bastante bien aunque a veces se contradicen. Ella está en el lado "hiper", pensando y actuando como un miembro típico del escuadrón contra el crimen del notorio suburbio de Seine-Saint-Denis en París; él es la tortuga de la fábula, moviéndose lenta pero constantemente, usando su conocimiento de los animales para descifrar el comportamiento de las personas. Este equipo de etiqueta de "ratón de la ciudad y el campo" parece despiadado, apretado, inquebrantable, pero a medida que avanzan en sus investigaciones, no pueden evitar reproducir sus peleas entre hermanos, que reflejan sus respectivas heridas emocionales, que aún no se han curado por completo.