A pesar de ser un espectáculo infantil, esta mini serie contiene una intensa violencia de dibujos animados. Los personajes, todos los animales antropomórficos, son golpeados, pateados, disparados, apuñalados, a veces con resultados sangrientos.
La segunda parte en realidad muestra a un bebé mono comido vivo por un águila camuflada. No se muestra nada gráfico, pero la escena en sí es muy inquietante para un espectáculo infantil.
La parte más sangrienta es cuando un ratón tiene una de sus orejas disparadas.