Nunca Digas Adeus (2001)

Vera de Almeida Barreto destaca sus elecciones como mujer dedicada a la familia, sacrificándose para apoyar la carrera de su marido y criar a sus tres hijos. Al descubrir el romance de Lourenço con la abogada Daniela Lopes (Rita Salema), una mujer más joven, Vera reevalúa su vida, cuestionando su papel como mujer y enfrentando la falta de apoyo de sus hijos en esta difícil situación. La trama se vuelve aún más compleja cuando Vera se enamora de un hombre más joven, desafiando las normas sociales y exponiendo los dobles estándares que rodean las diferencias de edad en las relaciones.