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Jim Hong, de sesenta y seis años, es un pequeño pueblo de Alberta por excelencia: relajado, trabajador, un hombre que hará cualquier cosa por el pueblo de Cluny, donde ha vivido la mayor parte de su vida. Fue elegido alcalde en 1970 y ha sido jefe de bomberos, síndico escolar y concejal del pueblo. El padre de Jim, Louie, fue contratado para trabajar en Canadian Pacific Railroad en 1908. Como muchos otros trabajadores chinos en ese momento, tenía que pagar un impuesto de $500 por persona por el privilegio de estar en Canadá. Dejó el ferrocarril y, en 1913, estableció The Hong General Store en Cluny. La gente se reunía a diario para intercambiar noticias y tomar un café, y se convirtió en una parte esencial del paisaje de las praderas canadienses, un monumento que estuvo en Cluny durante más de 70 años. Pero cuando se construyó la carretera TransCanada, pasó por alto Cluny por tres millas. El pueblo empezó a morir y finalmente en 1987, Jim se vio obligado a cerrar la tienda. Llegó a los titulares en Alberta. Se ha quedado en Cluny sirviendo como jefe de correos. Duración: 23:44