Chevron Theatre (1952)

Cuando una cámara en una mansión manifiesta un silbido fuerte y espeluznante, se llama a Carnacki para investigar. Realiza una búsqueda extremadamente minuciosa de la habitación, pero no puede encontrar ninguna explicación. Todavía no está convencido de la naturaleza sobrenatural del sonido hasta que sube una escalera afuera y mira dentro de la habitación a través de la ventana: el suelo de la habitación se está frunciendo como un par de grotescos labios ampollados. Oye a Tassoc, el dueño de la mansión, pidiendo ayuda y entra a la habitación por la ventana.