Lo más buscado
No se encontraron resultados
Escribir un artículo
Iniciar discusión
Crear una lista
Subir un video
En prisión las visitas son sagradas y un ambiente de felicidad se apodera del ambiente. Antonio (44) está emocionado de ver a su esposa, Vera (45), y recibir noticias sobre la familia. Sin embargo, mientras camina hacia el patio de visitas, siente que su cuerpo se congela, una sensación de dolor le atraviesa el pecho y su mundo comienza a desmoronarse al ver a su hijo, Rodrigo (22), salir de una de las celdas. La relación padre-hijo es como un campo, árido, seco, destrozado y sin vida. Este encuentro mostrará heridas sin cicatrizar y traerá tormentas en forma de lágrimas.