Hairy Dreams (2024)

Hairy Dreams retrata el mundo interior de un personaje solitario pero despreocupado. A través de palabras y movimiento, esta es una historia visual abstracta que tiene lugar en un espacio blanco parecido a una cueva hecha de papel. Dentro de esta especie de iglú de origami, un rompecabezas surrealista de imágenes revela la rutina cotidiana de un personaje andrógino. A través de diversas acciones dispares, el personaje monta y desmonta repetidamente su mundo interior traslúcido. En esta búsqueda de un castillo interior, el tiempo siempre está presente, inquietante pero de preciosa compañía. La rutina diaria finalmente lleva al personaje a su objetivo final: la necesidad concreta de alimentarse para que el sueño siga fluyendo. Hacia el final del ciclo, en una especie de huida liberadora, el personaje desaparece rápidamente entre las paredes de papel de su castillo imaginario.