Diana (2021)

Diana ha dormido en los sueños durante los últimos seis meses, demasiado avergonzada para que nadie lo sepa, o para admitirlo a sí misma. Ha tenido una larga y tumultuosa relación con una enfermedad mental, lo que la ha distanciado de su hija. La muerte de su esposo hace dos años desencadenó una espiral descendente hacia la depresión maníaca, la automedicación con Valium y episodios de manía. Mientras estaba en un "alto" autodestructivo, Diana invirtió en un esquema de alto riesgo que le hizo perder su casa y su trabajo como trabajadora social. Por mucho que Diana se consuele con sus propias dificultades, lucha por encontrar un lugar en el "mundo real". La realista en ella sabe que debe trabajar para sobrevivir y se propone encontrar empleo en un mundo al que no pertenece.