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"Esta película comienza el 5 de marzo.Todos los años,en esta fecha exacta,una hormiga entra por debajo de la puerta de mi casa y la observo.Para ella,es el comienzo de la primavera,para mí es el cumpleaños de mi madre.La hormiga alimenta a su reina que luego pone huevos y yo me pregunto si quiero o no tener un bebé justo en el momento en que mi madre,que sufre de cáncer,se acerca al final de su vida.Así presenta Zoe Chantre su última película hasta la fecha.Nos habríamos dado cuenta de que la película es autobiográfica,pero desde varios puntos de vista: el suyo propio,la de su madre,las hormigas y otras entidades que aparecen en esta historia sobre la existencia.Es más,un rasgo raro en este tipo de empresa,es la ayuda deliberadamente generosa del humor.No solo,en cuanto al lado divertido de las diversas aventuras narradas con evidente júbilo,incluso cuando las cosas no van tan bien,pero también el humor que resulta de la diversidad de las técnicas de filmación: una animación básica a base de lápices y gomas a la que vemos borrando cosas -una ingenua,técnica alegre,haciéndose eco de las soluciones de bricolaje a algunos de los problemas más serios abordados en la película.En breve,si esto no es "una autobiografía de todos" a lo Gertrude Stein,es una expresión del impulso de abrazar todo abiertamente, desde animales hasta humanos,de un piso parisino a Vietnam,al papel cuadriculado de un cuaderno escolar que se reinventa sin fin ante nuestros ojos.La película nunca es imperiosa,nunca sentencioso,más bien siempre avanzando.Tal es el alto precio de esta confesión - para hacerlo,para avanzar,como cada elección en un juego de serpientes y escaleras (jeu de l'oie),sin ninguna previsión o sabiduría simplemente avanzando un paso a la vez,cada movimiento tan importante como otro: un hermoso himno a la S en la escoliosis como posible,forma plausible de mantenerse erguido.