Sjecas li se Sarajeva? (2002)

Cuando las fuerzas bosnio-serbias comenzaron a bombardear Sarajevo en 1992, un oficial del ejército bosnio-herzegovino hizo un llamado a todos los habitantes de la ciudad con cámaras de video para que "comenzaran a filmar, porque su material definitivamente influiría en los acontecimientos". Motivados o no por esta llamada, muchos de los que poseían una cámara intentaron capturar la atmósfera de la ciudad sitiada, dando como resultado esta extraordinaria película. Estas "películas caseras" son a la vez atractivas, espeluznantes y divertidas, y ofrecen un claro testimonio del espíritu valiente de un pueblo asediado, que intenta vivir una vida "normal" contra viento y marea.