Se filma a personas en escenas acompañadas de chorros de sangre.
A un hombre le cortan el brazo.
Las escenas de tortura incluyen la visión de un hombre al que someten al submarino.
Tras un accidente de tren provocado por un atentado terrorista, se muestran escenas en las que aparecen muertos y heridos muy ensangrentados, a algunos de los cuales les faltan extremidades.