Afrikanskaya skazka (1963)

El negro vivía de su tierra, ella le daba generosamente sus frutos, pues "trabajaba con el sudor de su rostro". Pero una vez, un elefante blanco apareció en esta tierra con las palabras "qué tierra tan rica, tengo mucha suerte de ser el primero de los animales aquí". El elefante trató al Hombre con un cigarrillo, le dio revistas brillantes con bellezas en las portadas y anuncios brillantes. Mientras que el Hombre hojeando revistas se unió a la "alta civilización", el Sr. Elefante engulló sin contemplaciones todo lo que pudo y ocupó la casa del dueño.