Lo más buscado
No se encontraron resultados
- Escribir un artículo
- Publicar debate
- Crear una lista
- Subir un video
El 14 de julio de 2014, la maestra Mirna Nereida recibió una terrible noticia: su hijo Roberto había desaparecido, un hecho muy común en el corazón ultraviolento del narcotráfico de Sinaloa, en el norte de México, donde vive.Con la policía negándose a ayudar, Mirna emprendió una misión desesperada para encontrar a su hijo, vivo o muerto.Reuniendo a familiares y amigos y armada con machetes y palas, comenzó a recorrer el campo sinaloense en busca de posibles fosas clandestinas.Finalmente, en agosto de 2017, después de tres años de búsqueda, encontró el cuerpo de Roberto en una tumba sin nombre en la cima de una colina desierta.Esta experiencia desgarradora la llevó a establecer un grupo de apoyo y bloque de búsqueda llamado Las Rastreadoras del Fuerte - o The Women Trackers of El Fuerte.Desde entonces, más de 100 mujeres se han unido al grupo, todas con la esperanza de encontrar a sus seres queridos desaparecidos, a quienes se refieren como "tesoros".Hasta la fecha, las mujeres han localizado a más de 200 personas desaparecidas.Oficialmente, hay aproximadamente 60,000 desaparecidos (o personas desaparecidas) en México.Pero extraoficialmente, este número podría ser el doble o más.Para las autoridades, las personas desaparecidas no existen porque no se ha cometido ningún delito.Como dice Mirna: "No están vivos ni muertos.Además, dice, la policía local está confabulada con grupos criminales y, a menudo, está involucrada en desapariciones.Enfrentando un gran riesgo en territorio peligroso, Mirna, Juana y las valientes mujeres Rastreadoras están solas en la búsqueda de sus tesoros.Esta es su historia.