Darwin: The De-Evolution of Casey Diaz

La vida de Casey cuando era joven estuvo llena de violencia y miseria. Con un padre extremadamente abusivo, él y su madre soportaron un brutal abuso mental y físico. Se volvió a las pandillas cuando era adolescente y fue un "disparador" para una de las pandillas hispanas de Los Ángeles antes de los 15 años. Casey fue buscado, capturado y condenado por el asesinato de otro pandillero cuando era adolescente, pero fue juzgado como un adulto. Fue enviado a la prisión de Fulsom, donde pasó la mayor parte de su tiempo en régimen de aislamiento. Casey estaba enojado, amargado y nunca conoció el amor, la compasión o el perdón. Hasta que un día, Dios le habló en imágenes. Su vida nunca volvió a ser la misma.