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Dorian Yates regresó a Atlanta en 1995 para anotarse una primera victoria consecutiva en lo que muchos califican como la mejor forma de su historia. Kevin Levrone ocupó el segundo lugar y surgió una nueva amenaza en este deporte en el Nasser El Sonbaty de 270 libras. No es que Yates fuera el único Mr. O en el escenario esa noche, ya que en una ceremonia única, por primera vez en la historia, los nueve hombres que hasta ahora habían ganado la corona de Olympia se reunieron en el escenario para rendir homenaje al creador del concurso, Joe Weider.