The Inventor

En 1890, en Francia, un inventor desapareció de una estación de tren en Dijon días antes de una cita para patentar su invento. Ni su cadáver ni su equipaje fueron encontrados nunca en el expreso Dijon-París ni a lo largo del ferrocarril. Un año después de su misteriosa desaparición, Thomas Edison y William Kennedy Dickson se atribuyeron el mérito de la invención, presentaron y recibieron la patente en 1891. El cuerpo del inventor nunca fue encontrado y su misteriosa desaparición nunca fue resuelta. Sus documentos privados todavía se conservan de forma privada en los Estados Unidos.