A Matter of Taste: The Food Industry's Frauds (2016)

En un mundo que exige explícitamente sabores más ricos e intensos, es importante darse cuenta de que muchos de nuestros alimentos están repletos de química. Las comidas regulares, como alimentos precocinados, tés, cereales y casi todo lo que se encuentra en los estantes de un supermercado, están abrumados con aditivos sintéticos elaboradamente ocultos para darle sabor. De hecho, el consumidor medio se mantiene sistemáticamente a oscuras, ya que los aromas más baratos fabricados en laboratorio, que se disfrazan de naturales, nos consideran incapaces de resistirlos y ofrecen beneficios significativamente mayores. En una lista en curso de 2500 aromas sintéticos aprobados, la vainillina, en particular, es el más común; sin embargo, ¿cuántos de los consumidores saben que está hecho de petroquímicos? Finalmente, mientras el mundo anhele sabores extraordinarios, la industria alimentaria siempre buscará una solución en los sustitutos sintéticos baratos. ¿Cuáles son las complicaciones para nuestra salud?