Jellyfish (2018)

Sarah Taylor, de 15 años, existe en el ojo de la tormenta. La única cuidadora de su familia, que incluye a hermanos gemelos precoces y una madre maníaco-depresiva que pasa la mayor parte de su tiempo en la cama, Sarah corre de la escuela al hogar y al trabajo todos los días. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos hercúleos por poner comida en la mesa y mantener la electricidad, todavía se ve obligada a participar con más formas deshumanizadoras de ganar unos cuantos dólares extra, por lo que no es de extrañar que esté de vuelta entre sus compañeros en la escuela. Jellyfish cuenta la historia del descubrimiento de Sarah de una salida inesperada por su frustración e ingenio de humor rápido: la comedia de pie. James Gardner, director de largometrajes por primera vez, pinta una imagen oscura y de bordes duros en esta ciudad británica junto al mar, y, en el recién llegado Liv Hill, descubre un talento revelador. Gracias a su descripción ferozmente evocadora y vulnerable de Sarah, Hill le brinda al público una visión verdaderamente notable de una mujer joven que vive una vida mucho más allá de sus años.