Diary of a Beholder: Dziennik Obserwatora (2017)

La película muestra doce días en la vida de Jacek Sroka. La historia se basa en el diario, o mejor dicho, un antidiario del artista, mezclando lo artístico con lo íntimo; distancia con proximidad; lo imaginado con lo supuesto. El mundo de la pintura del artista y su vida personal se compenetran, mientras que la intimidad en su obra adquiere valor universal. El lenguaje de la película -su "tercer protagonista"- oscila entre la narrativa documental (la historia de las imágenes) y el realismo mágico (animaciones cautivadoras), encontrando su propia expresión, rica y sorprendentemente amplia: seguimos a la cámara por los rincones y recovecos de la casa, el estudio - y la imaginación del artista.