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Mientras el famoso actor Robert Pattinson se sienta solo en su apartamento bastante grande de Nueva York, de repente siente la necesidad de comer. Trágicamente, no tiene comida en el apartamento, pero casualmente ve a un peatón comiendo un perrito caliente. Con un plan simple en mente, Pattinson intenta encontrar un Hot Dog, pero también trata de evitar ser reconocido por los fanáticos, pero por supuesto, falla instantáneamente. Luego, afortunadamente, obtiene un medio de transporte (a través de lo que parece ser Uber) y puede moverse más hacia la ciudad. Y finalmente, después de largos minutos de ansiedad y hambre abrumadora, Pattinson encuentra una tienda de perritos calientes. Compra 2 perritos calientes y se los come, ahora relajado y en paz con la Gran Manzana.