Above 592 metres (2018)

En las laderas de los Pirineos españoles,la construcción de la presa de Itoiz en la década de 1990 inundó siete pueblos.Una línea de roca cruda rodea el agua verde contenida,marcando el paisaje con una cicatriz que recuerda la herida aún aguda de los vecinos desplazados 592 metros más arriba.El paisaje ha cambiado y la relación entre el hombre y su entorno se ha visto perturbada.Después de haber luchado durante años contra la inundación de los pueblos y tierras,hoy son los observadores lejanos de un cambio sufrido.Ilargi es ganadero y Javier es guardaparque encargado de proteger a los buitres.Cada uno encarna una relación muy diferente con los animales y el espacio.uno está cerca,con una relación que implica el tacto mientras cuida a las vacas.El otro,necesariamente lejos de las aves rapaces,principalmente mirándolos con binoculares,está en una relación puramente visual.La película está aquí,en esta diferencia de distancia y punto de vista creada por la disrupción del paisaje y,con eso,la de todo un ecosistema,en una fuerte dualidad de elementos,entre la vida y la muerte.